Almas en llamas

Fue una coincidencia, pero también fruto de mis obstinados esfuerzos por intentar comunicarme con Kadek, quien prácticamente no habla inglés, mientras me llevaba al pueblo en su motito. Pasábamos junto a una pequeña calle a apenas 500 metros de mi hospedaje cuando noté que había más gente y actividad que de costumbre. Señalé y ensayé una pregunta. El respondió en …