Comienza un viaje

1933341_10153341802306512_676544622709535290_oAl cumplir 30 años cambié radicalmente mi forma de trabajar. Me convertí en una freelancer que trabaja por internet para personas y empresas de todo el mundo. También dejé una banda en la que tocaba hacía diez años. Por un trabajo fui remunerada con una computadora portátil y de repente, como una epifanía, me di cuenta de que era momento de irme de viaje (para leer la historia completa, click aquí). Por primera vez parecía sencillo y posible arrancar y trabajar por el camino. Así que compré un pasaje y empecé a desmantelar mi casa y deshacerme de cosas. En eso estoy.

¿Cuándo comienza un viaje?

¿Al subirse al avión o al comprar el pasaje? Quizás incluso mucho antes, cuando se acumulaban los accidentes y elecciones que configurarían las circunstancias en las me que sería posible emprenderlo. Si me embalo yendo para atrás, el viaje empieza cuando aprendía a hablar inglés hace decenas de años, o mucho más acá, cuando me pudría de los malos tratos de la industria audiovisual en mi ciudad. Lo que es seguro es que empieza antes de empezar.

Se llama viaje al estado de percepción alterado por una sustancia psicoactiva. Les puedo asegurar que mi percepción se alteró de modo más radical y duradero que con una de ellas. Fue creciendo el viaje dentro de mí, desde la primera epifanía reveladora, próxima a la Navidad de 2015 hasta la compra del pasaje en Marzo de 2016; pasando por el descubrimiento del término “Nómade Digital” en algún momento en el medio.

Crear este espacio también es un pequeño viaje hacia adentro y hacia afuera todoalmismotiempo y ya empezó. El viaje es un modo de percibir distinto a la permanencia, la comodidad y la estabilidad. Ya estoy viajando sólo que todavía no despegué. Todavía me alcanza el otoño y los primeros fríos porteños. Todavía puedo acariciar a mi gato Cachafaz mientras me acostumbro a la idea de extrañarlo desde el mar.

Un año sin invierno3756442395_9397ed0135_o (1)

Me voy al calor porque me gusta mucho más que el frío. La idea de otro invierno en Buenos Aires me desanimaba.
Un año sin invierno es lo que estaba queriendo. Una buena pateada de tablero justo a tiempo. Ya iré desplegando aristas de esta historia en forma de crónicas, letras, fotos, preguntas canciones, videos. Arranco el 15 de Mayo de 2016. Empiezo por Costa Rica.

Llevar y dejar

Me llevo mi equipo de realizadora audiovisual, un poco de ropa y un cuatro venezolano. Me llevo algunas canciones y espero encontrar muchas más en el camino. Dejo discos, libros, ropa, un montonazo de amigxs y actividades fascinantes en Buenos Aires. Voy al encuentro de lo nuevo, del surf, del buceo y de la perspectiva.