Lo improbable

En Agosto de 2015, menos de un año después de terminar mi primer proyecto a través de freelancer.com, pasó algo improbable.

Dentro de mis ofertas seriales oferté en un proyecto misterioso para un “new exciting social concept”. Evidentemente no querían contar mucho, porque no querían que nadie les afane la idea – pasa un montón con las startup. Oferté y me olvidé, estaba con bastante trabajo y varias entregas a la vez.

Un viernes me contactaron los responsables del new social concept. Eran una pareja de Kent, Inglaterra. Me pidieron que para poder contarme firmara un NDA (o sea un documento que dice que me comprometo a no contarle a nadie lo que ellos me cuenten) e hiciéramos un Skype. Firmé, me llamaron, me contaron. Mientras los escuchaba trabajaba en el illustrator en otra ventana. Entendí su concepto y también entendí que sabían que iban a necesitar videos pero que no tenían muy claro lo que querían o necesitaban. Obviamente era para social media, como casi todo todo el tiempo. Les prometí que iba a usar tiempo del fin de semana para pensar en algunas ideas para ellos y que los volvía a llamar el lunes para contarles.

Menos de un año después de terminar mi primer proyecto a través de freelancer.com, pasó algo improbable.Muriel
Hicimos Skype. Les leí las ideas. La última los fascinó. Al terminar de describirla les dije que igual, yo tenía pasaporte…

Cuando pude bajar de la quemazón de las entregas, me concentré en lo que me habían contado y me di cuenta de que el concepto estimulaba bastante mi creatividad y se conectaba con un montón de ideas que a mi me interesaban ya desde antes: lo colectivo, la tibia sensación que nos regala pasar tiempo con otros, la noción de que hasta que la mayor parte de la humanidad no esté en condiciones de salud y disfrute, la propia salud y disfrute estarán limitados. Como si fuéramos células de un gran organismo, conectadas, interdependientes.

Mi proceso creativo se puso interesante el domingo a la noche cuando intentaba dormir. Me desvelé y anoté todo en un cuadernito para pasarlo a la compu justo antes de que hiciéramos Skype. 3 conceptos distintos tenía para ellos. Mi favorito requería trabajar allá, lo cual implicaba que podían tomar la idea y contratar a alguien de allá. Decidí que se las iba a contar igual. De última me pagaban algo por la idea y trabajaban con locales.

Hicimos Skype, les leí las ideas. La última los fascinó. Les dije que se las contaba porque confiaba en su honestidad y porque era la mejor idea de todas, aunque quizás me conviniera menos. Se las conté. Era hacer que la campaña fuera documental. Personas de verdad contando experiencias, inquietudes y sentires de verdad. Los usuarios de la plataforma abriendo el corazón. Al terminar de describirla les dije que igual, yo tenía pasaporte…
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