Ser sólo un tramo

En 2014 terminábamos de grabar con Alai nuestro último trabajo de estudio – inconcluso y sólo parcialmente compartido con el mundo acá. Yo quería llamarlo CON, quería subirlo a disposición del planeta entero gratis y quería hacer todo a mi manera – bien contraria a la lógica de mercado tradicional. Digo mi manera y no nuestra, porque justamente fue eso en gran parte lo que nos disolvió antes de que pudiéramos terminar esta última aventura-album. Yo tenía una visión y una manera que quería experimentar y plasmar que no compartíamos todos los integrantes de Alai. Una paradoja graciosa para un album al que estábamos bautizando “con”. Pero hacer cosas con otros implica siempre convivir en la diferencia y también aprender cuándo esa diferencia es demasiada para seguir unos con otros. Podría escribir páginas y páginas sobre esa experiencia (y quizás algún día lo haga) porque fue sumamente rica e intensa pero hoy quiero sólo tender un puente entre una de las letras de ese abandonado “disco” (¿disco?, ponéle) y la sensación que tengo algunos días después de participar de la Primera DNX: Conferencia de Nómades Digitales en Buenos Aires.

Movimientos y movimiento

La palabra movimiento es de una de esas con potencia poética. Me atraviesa, abre sentido y se reproduce de manera fractal cuando la escucho, digo o escribo.Tiene sentidos distintos pero contiguos en cada actividad y mundo de mi interés: la música, la danza, la foto, el teatro, los viajes. A principios de 2016 cambié mi estilo de vida. Abrí este blog justo antes de dar el salto y escribí bastante sobre las sensaciones del mes anterior a hacer ese primer movimiento: mudarme al nomadismo, dejar mi casa.
Mi movimiento en Abril fue uno más bien solitario. Mis amigos me acompañaron muchísimo con su aliento y optimismo, pero iba a viajar sola.En momento de decisiones trascendentales, es normal sentir la soledad. En realidad es síntoma de un privilegio: que nadie más que uno decida sobre la propia vida.
Menos de un año después de ese primer movimiento me encontré otra vez en el escenario del Centro Cultural Konex (otra vez porque ya tenía muchos recuerdos anclados a ese espacio gracias a mi paso por El Choque Urbano). Me habían invitado a dar una charla en la Primera Conferencia de Nómades Digitales de Latinoamérica. Un encuentro de gente que viaja y/o emprende online y gente que quiere hacerlo.

¿Sólo un tramo?

Me interesa la biología. Hubo dos libros escritos por biólogos, aunque no sé si son de biología que me marcaron. Nadie Pierde, de Robert Wright, que me regaló su maravillosa aplicación de la teoría de juegos a la vida de todos los días y Microcosmos, de Lynn Margulis y Dorion Sagan que ofrece una visión de la evolución como proceso fundado en la interdependencia e interconexión de toda la vida en el planeta. En alguna de mis lecturas sobre biología me enteré de que todas las células empiezan siendo iguales, y se especializan en función de lo que están haciendo sus vecinas. Esa idea tan sencilla, que el entorno influye para que se diferencien y cooperen me encantó. Casi involuntariamente la personita cursi y optimista que también habita dentro de mi extrapoló esa idea a la humanidad y el cuerpo social, donde los individuos seríamos las células y todos juntos un cuerpo, ya que un cuerpo es también un cosmos: un universo complejísimo que presenta sin embargo un misterioso y bello un orden. De eso iba la frase de la canción de Alai que volvió a mi memoria hoy: pensarse apenas como otro trocito milagroso del proceso vital que se realiza y despliega segundo a segundo sobre la Tierra.

Ser sólo un tramo,
lo que entra sale
lo que sale deja entrar más
En un cosmos sano,
todos vibrando
su naturaleza es circularde Cómo Es, Alai, inédito

La fiesta de la diferencia

Después de mi charla en la DNX, que fue a media mañana, me dediqué el resto del día a conocer personas. Algunas se acercaron a mí, con otras nos acercamos mutua y espontáneamente. Escuché varias charlas, pensé, sentí, aprendí. Llegué a mi casa con la mente agotada, mucha información da forma al y deforma el entendimiento. Las ideas seguirán apareciendo y madurando a raíz de la enorme inspiración que semejante encuentro me produjo (de hecho dos noches más tarde ya tenía 3 posts escritos). Lo que ya sé es la alegría que me da descubrir que mi enérgico movimiento singular hacia los accidentes y la vida nómada fue a su vez una entrada a un movimiento de esos que reúnen gente, sin que yo lo supiera. Lo más maravilloso, es que a medida que conozco este incipiente movimiento, descubro lo diferentes que somos quienes nos encontramos en él. Celebro la diferencia y la convergencia en la diferencia. Como escribí no hace mucho tiempo: Entrar a un conjunto al que uno supone pertenecer también ayuda a resaltar la propia singularidad. Y como descubrí preparando mi charla para la DNX: Desplegar mi singularidad es imprescindible para sentirme libre. Pero si encima de libres estamos acompañados, esto es una fiesta.

Muriel Rébora: De freelance a nómade digital | ShowMe! – by Praset