Etimologías #3 Mudar(se)

En castellano mudar significa cambiar en un sentido amplio (de forma, de naturaleza, de estado), pero si se le agrega un pronombre reflexivo (mudar/se/me/te/nos) pasa a significar algo mucho más específico: cambiar de casa.

En inglés se usa en cambio el verbo move, así nomás, para los cambios de vivienda. Move significa lisa y llanamente mover.
Así que mudarse, cambiar de vivienda, se relaciona con cambiar y mover.
Estoy haciendo un viaje que es el primer movimiento de una mudanza en sus dos sentidos: de vivienda, pero también de etapa, de identidad, de piel y qué se yo… cosas que podré nombrar en algún tiempo.
Se me presentan entonces cambio y movimiento como dos aspectos inseparables de un mismo fenómeno.
¿Cambiamos siempre que nos movemos? ¿Puede haber movimiento sin cambio o cambio sin movimiento?
¿De qué depende que percibamos más uno o el otro? ¿Cuándo es de simultaneidad su relación y cuándo de consecuencia? Y así desfilan preguntas…
Pero además, concluyo, no puede haber sino movimiento y cambio. Es constante, imparable. No quiero ponerme cuántica o new age. Sé que nuestra experiencia cotidiana (de la materia, del calendario, de las relaciones, de nuestra propia percepción) es contraria a estas declaraciones repetidas irreflexivamente hasta el vaciamiento. Para salir del brete del esoterismo en que me metí sin querer, me valgo de una cita de un profe de danza poeta-del-movimiento muy querido por mí y tantos bailarines, acróbatas y seres movedizos de Buenos Aires.

Cuerpo que puede estar quieto porque sabe que no puede estar quieto. En el gesto inicial están todos los recorridos.Lucas Condró, Asymmetrical Motion
La aventura (…) es una vivencia de tonalidad incomparable que sólo cabe interpretar como un envolvimiento peculiar de lo accidental-exterior por lo necesario-interior.Georg Simmel, Sobre la Aventura

Entonces viajo para mudarme. Para cambiar de vivienda y para cambiar yo. Hago el gesto inicial, pateo el tablero. Lanzo las piezas con intención y práctica, tal como un malabarista. Piso el trampolín no sin preparación y fuerza física, no sin conocimiento de las leyes de gravedad y las formas que me preservarían de fracturas y esguinces, pero también con mucha conciencia de que no puedo hacer la cabriola sin acariciar los caminos que terminan en dolor. Me entrego a las incertidumbres con confianza de poder incorporarlas felizmente. De que podré otorgarles sentido. Abrazar lo accidental. No puedo vivir sin guiñarle el ojo al resultado imprevisto. O quizás pueda, pero creo que no vale la pena.

La despedida

Desde hace años que pienso que hay viajes que son para ir hacia y viajes que son para irse de. Me refiero al sentido del viaje para aquel se mueve, para el que cambia de lugar. En el caso del viaje que emprendo mañana, la balanza está torcida para el lado de irme de. Es más importante ahora dejar lo que dejo – la casa de mi abuelo en la que viví 9 años, la década de los veintis, Buenos Aires y su frío – qué a dónde llego en seguida.

Todo cupo en Juramento. Amigxs viajerxs, amores. Grabamos discos, video clips, hicimos una obra de teatro que se movía por la casa. Cupieron lecturas, sesiones de fotos, el ruido y el silencio. La huerta, el compost, el agua de lluvia que has de beber. La música, la imagen y la danza de mi vida vinieron a crecer aquí. Mis amigxs pasaron ratos creciendo aquí. Aprendí a cocinar, a coser, a coexistir con cucarachas, arañas y polvo. Viví con personas de todas partes del mundo. Escuché Skypes en decenas de lenguas, albergué viajeros en tránsito. Llevo años haciendo honor al apodo de mi abuelo “Mundo” trayendo todo mi mundo a esta casa. Confundiendo uno con otro incluso. Ahora me voy de todo este espacio y responsabilidad. Necesito irme de tanto pasado todoslosdías. Agradecida y crecida hago al fin algo que mis más cercanos no dudan en asegurar, es lo que siempre quise.

Con los años descubrí que suelo llegar a situaciones muy cercanas a las deseadas y fantaseadas, pero siempre por caminos más largos sinuosos e indirectos que los que se pueden planear. Caminos que ni sabía a dónde iban.
Estoy como siempre quise pero nunca me imaginé. Me voy de Juramento preparada. Fuerte y libre para la aventura. No sé a dónde o a qué mudo, pero ya empecé.

Camino por tu casa abuelo
Renuevo tus huellas
Me encuentro en tus libros
Cada cuarto es un abrazo, una siesta
Sembraste con ese afán tuyo mi fértil hogar.Canción inconclusa para el abuelo Mundo